Publications

En distintas regiones, millones de niños y niñas siguen padeciendo diversos tipos de prácticas nocivas como la mutilación genital femenina, el matrimonio forzoso y a una edad temprana, el planchado de los senos, la preferencia por los hijos varones, el infanticidio femenino, la comprobación de la virginidad, los delitos por motivos de honor, el trabajo en condiciones de servidumbre, la alimentación forzosa y los tabúes sobre nutrición, la acusación de brujería y muchas otras prácticas menos conocidas.

Las prácticas nocivas pueden ser tradicionales o incipientes, pero en general se apoyan en alguna base cultural, social o religiosa. Comunes a la mayoría de las prácticas nocivas son las consecuencias devastadoras que tienen en la vida, el desarrollo, la salud, la educación y la protección del niño.

Descargar la publicación

Versión en español 

Versión en francés 

Como se destaca en esta Encuesta Global, la violencia contra niñas y niños trasciende las fronteras de la edad, la raza, la cultura, la riqueza y la geografía. Se da en el hogar, la calle, la escuela, el lugar de trabajo, los centros de detención y las instituciones de atención infantil. Para innumerables niñas y niños de todo el mundo, la infancia se describe con una sola palabra: miedo. Las conclusiones y recomendaciones del Informe señalan el camino hacia un futuro en el que los niños puedan crecer bien nutridos, con buena salud, bien formados y educados, resilientes y sin violencia. Les debemos una infancia sin miedo a todos y cada uno de nuestros niños.

Descargar la encuesta global

Versión en español version

En 2014, el mundo conmemoró el 25º aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño. Ahora que los Estados Miembros de las Naciones Unidas están redoblando sus esfuerzos para acordar el marco de desarrollo de la próxima generación, tenemos una oportunidad perfecta para hacer frente a la violencia contra los niños. En consultas recientes celebradas en todo el mundo y organizadas para ayudar a conformar la agenda posterior a 2015, se reconoció que la violencia es, en sí misma, una violación de los derechos humanos y un gran obstáculo para el progreso en materia de educación, salud y otros objetivos de desarrollo. Las partes interesadas destacaron la especial vulnerabilidad de los niños a la pobreza y la violencia, y el mensaje fue claro: ¡la violencia debe terminar!

Descargar la publicación

La violencia armada en la comunidad compromete los derechos del niño y se asocia a graves riesgos para su desarrollo y su seguridad, ya que deja niños heridos, con discapacidad, traumatizados, explotados, huérfanos, encarcelados y, en ocasiones, asesinados. Vivir en una comunidad afectada por la violencia armada tiene consecuencias para los niños que son víctimas y para aquellos que presencian dicho entorno o se sienten amenazados por él. La violencia armada perturba la armonía social y la vida familiar, interrumpe la escolarización, pone en peligro la asistencia sanitaria, socava el desarrollo económico y genera miedo, lo cual limita la capacidad de los niños para moverse libremente, participar en la vida de su comunidad, disfrutar de su infancia y desarrollarse como ciudadanos empoderados.

Descargar la publicación

Versión en español