Violencia sexual

¿Qué es la violencia sexual?


La violencia sexual consiste en una gama de actos sexuales cometidos contra una niña o un niño, que comprende, entre otros, el abuso sexual, el incesto, la violación, la violencia sexual en el contexto de relaciones de noviazgo/íntimas, la explotación sexual, el abuso sexual en línea y el abuso sexual sin contacto.

La violencia sexual contra los niños o las niñas puede ocurrir en cualquier entorno. Esto incluye las situaciones en las que sufre abusos sexuales por parte de un familiar o un cuidador en el hogar; se ve en la obligación de vender servicios sexuales a cambio de alimentos, dinero o favores; sufre violaciones o acoso sexual de camino a la escuela o en ella; es abusado por alguien en una posición de confianza, como un entrenador o un líder de la comunidad; es captado en línea y convencido para realizar actos sexuales, para hacer exhibicionismo o producir imágenes sexuales; es explotado por delincuentes que han viajado con ese fin; se ve atrapado en la esclavitud sexual por grupos organizados de delincuentes pedófilos; o sufre violaciones a manos de los combatientes en un contexto de guerra.

Aunque la violencia sexual puede producirse en cualquier lugar, los riesgos aumentan en contextos de emergencia. Durante los conflictos armados, los desastres naturales y otras emergencias humanitarias, los niños y las niñas son especialmente vulnerables a la violencia sexual, incluida la violencia sexual relacionada con los conflictos, la violencia de pareja y la trata con fines de explotación sexual, así como a otras formas de violencia de género.

Los niños y las niñas son víctimas de explotación y abusos sexuales en línea. Han aumentado las transmisiones en directo de abusos sexuales en línea, de la extorsión sexual y la captación de niños y niñas con fines sexuales. Los niños y las niñas también están cada vez más expuestos a material que muestra abusos sexuales infantiles y a contenidos inapropiados, como la pornografía, en línea.

La violencia sexual provoca graves daños físicos, psicológicos y sociales. Las víctimas infantiles corren un mayor riesgo de contraer el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, de sufrir dolor, padecer enfermedades, enfrentarse a embarazos no deseados, sufrir aislamiento social y traumas psicológicos. Algunas víctimas, para hacer frente al trauma, pueden recurrir a comportamientos de riesgo como el uso indebido de sustancias.

La violencia sexual contra los niños y las niñas está envuelta en el silencio y el estigma, sustentada en normas sociales perjudiciales y la desigualdad de género. En consecuencia, muchas víctimas nunca cuentan su experiencia ni buscan ayuda. Los motivos son variados, pero pueden incluir: miedo a las represalias, incriminación, culpa, vergüenza, confusión, falta de confianza en la capacidad o la voluntad de los demás de ayudarles, y desconocimiento de los servicios de apoyo disponibles.

La Representante Especial trabaja con una amplia gama de asociados en el fomento de medidas más firmes para poner fin a la violencia sexual contra los niños y las niñas y para abogar por: marcos jurídicos integrales para proteger a la infancia, garantizar la rendición de cuentas por parte de los delincuentes y asegurar que las víctimas tengan acceso a la justicia; medidas para combatir las normas sociales que perpetúan la violencia sexual; servicios para las víctimas integrados y adaptados a la infancia; mecanismos de denuncia y presentación de informes adaptados a la infancia; y medidas de educación y concienciación.