Generalmente percibida como un tabú social, una práctica aceptada o una forma necesaria de disciplina, la violencia contra los niños rara vez se denuncia; además, las estadísticas oficiales siguen siendo limitadas en su capacidad para captar el alcance total de este fenómeno dondequiera que se presente.
Como resultado, la información disponible es escasa y solo refleja la punta del iceberg. Sin datos fiables, la planificación nacional se ve comprometida, la formulación de políticas eficaces y la movilización de recursos se ven obstaculizadas y las intervenciones específicas tienen una capacidad limitada para prevenir y combatir la violencia contra los niños. Esta es una esfera en la que se requiere una acción urgente ya la que el Representante Especial presta atención prioritaria. Los conjuntos de datos existentes sobre los niños proporcionan una base sobre la que construir, pero deben integrarse más allá de los sectores y las disciplinas individuales.
Es necesario abordar las brechas en las áreas de protección infantil y ampliar las herramientas de monitoreo y los indicadores para cubrir a niños y niñas de todas las edades y en todos los entornos, e identificar a los que corren mayor riesgo. Además, estos esfuerzos deben incorporar los puntos de vista y las perspectivas de los niños y captar su experiencia y agencia dinámica y en evolución. Esto es crucial para comprender la cara oculta de la violencia y abordar sus causas profundas de manera efectiva.
Los datos y la investigación son indispensables si queremos exponer la cara oculta de la violencia y abordar sus causas profundas; comprender las percepciones y actitudes con respecto a este fenómeno, incluso entre niñas y niños de diversas edades y estratos sociales; identificar a los niños en mayor riesgo y apoyarlos de manera efectiva; y evaluar los costos económicos de la violencia y los beneficios sociales que se pueden lograr a través de una inversión constante en la prevención. Estas son áreas donde las alianzas consolidadas y la aceleración de los esfuerzos seguirán siendo esenciales.